miércoles, 9 de septiembre de 2009

Rodando por Chelva

Hoy más bicicleta. Parece que es un buen método para no pensar, para huir hacia delante sin rumbo, para escapar de este calvario, aunque los recuerdos son francamente tenaces.

El destino, cómo no, Chelva. Vuelta a los orígenes y a los amigos. Recuerdos muy diversos y muchas vivencias no necesariamente unipersonales. Creo que es una buena terapia.

He elegido para hoy una ruta que calificaría de "light", a pesar de sus 30,5 km y +935 m. Dado que he elegido algunos tramos que no recordaba muy bien cómo se encontraban, al final en el cuenta kilómetros de la bici me han salido algo más de 35 Km. Pero supongo que eso tampoco importa.
La ruta comienza en Chelva. Se sale del barrio árabe por la cuesta San Joaquín hacia Molino Puerto y se empieza a subir, de forma brusca, hacia San Cristóbal, buscando el llano de Villanueva. Esta parte de la ruta está completamente asfaltada, así que tampoco resulta muy complicada. Del llano de Villanueva se llanea hasta Calles. Se entra a la población al lado de una gran bodega (Vegamar), buscando el puente que cruza el río de Chelva (o río Tuéjar) y que da acceso al pueblo de Calles. No lo cruzamos, sino que seguimos por el asfalto, río abajo, hacia el campo de fútbol. A partir de este punto, seguimos una senda que nos lleva paralelos al río hasta un puentecito que sale a la izquierda (cuidado con perderlo, que el camino acaba en los bancales del fondo, que bien he podido comprobarlo).
Se busca la antigua carretera CV-35 por un camino de tierra paralelo a la misma y junto al río. A los pocos metros, hay que subir al asfalto, porque si seguimos el camino de tierra, acabamos debajo del puente y en un aforador de la confederación (que también me he perdido allí).
Por la carretera antigua buscamos el pueblo viejo de Domeño. Como soy más chulo que un ocho, he decidido subirme al castillo, que es una subidita muy suave, pero luego he tenido que buscarme la vida entre la ladera para bajar "a pie" y con la bici al hombro. Haced caso al plano que adjunto al final, que bordea el pueblo por la antigua carretera y luego por un camino a la derecha, río arriba.
Se pasa la cascada de Domeño y se sube por el cañón del Turia hacia Puente Alta. Es un tramo que siempre me ha gustado mucho y recuerdo cuando la gente acampaba en Las Riberas o debajo de la Cascada, en Pascua, apiñados como sardinas. Más de 1000 personas, entre un sitio y el otro. ¡Qué tiempos!.
El camino está de película y sólo le falta el asfalto. Atención a la maquinaria pesada que circula (me he encontrado una apisonadora, una retrocargadora y alguna cosa más).
Llegado a Puente Alta me entra una profunda decepción: están machacando la ladera para construir el nuevo canal, supongo. Qué pena de umbría, que estaba llena de pinos antes del incendio del 94 y tenía una regeneración muy maja. Se la han comido sin piedad. Prefiero no mirar demasiado, que para mí era una imagen fija en la memoria que ahora me han trastocado.
Sorteo como puedo las distintas máquinas y cojo el camino de Puente Alta a Calles, que también está asfaltado. Una vez subido el puente, doblo a la izquierda, en dirección a Jórgola, pero pasado un kilómetro cuesta arriba, me lo pienso mejor y me vuelvo a Calles. ¿Para qué padecer más subiendo a Jórgola?. No vengo a sufrir, sólo a descargar y no pensar. Eso para otro día, que todavía tengo pendiente de hace tiempo la Cuesta del Tiñoso.
El resto hasta cerca de Calles es una carretera asfaltada con bastante pendiente (14%) y muy facilita. Hace algo de calor. Se pone ritmo fijo ... i poquet a poquet.
A la altura del antiguo radiofaro, se gira a la izquierda, siguiendo más asfalto hasta llegar a una placa de coto de caza. En ese punto, sale a la derecha un camino asfaltado que entra entre campos. No tendrá más de 200 metros de asfalto y pasa a un triste camino de tierra que me hace confundirme y cojo por la izquierda el que no toca. Tras un buen rato, decido cambiar de dirección y volver hacia la derecha. Acabo cruzando una antigua escombrera y unos bancales, entre aliagas, con la bicicleta al hombro, buscando el dichoso camino del Campillo.
Cuando por fin lo encuentro, es un camino con mucha pendiente y piedra suelta, en el que es difícil pedalear. Quizá debería haber vuelto por Villanueva.
Bajada entre caminos y campos rodeado de las acequias del Campillo. Llegada a Molino Puerto y subida por la carretera que baja al río por el Matadero comarcal desde la CV-35.
En total han sido algo más de 2 horitas. No está mal, teniendo en cuenta que hacía algo de calor.
Mañana más. Todavía tengo que pensar la ruta, pero esta será sencillita, que el domingo tengo carrera.
Esto es un sin vivir.

2 comentarios:

  1. Hola Mario,

    Te recomiendo esta lectura para, quizás, descubrir nuevas rutas... http://rodaipedal.blogspot.com/2009/09/rutas-por-calles-agosto09.html

    Este domingo 13 al final no voy a Matahombres... demasiado para ser la primera competición a la que me inscribo. Tendré que pensar en algo tipo la San Diego de Tuejar que es el domingo 20... pero ese día estaremos en el Día de la Bicicleta de Valencia por lo que tampoco podré ponerme el dorsal. Bueno, otro día en otra marcha de MTB será.

    Slds, Vicente

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  2. Gracias por el enlace, Vicente. Lo tendré en cuenta.
    Yo tampoco voy a la Matahombres. No tengo ánimo para hacerlo, aunque creo que la acabaría. Soy muy cabezón.
    Yo de la San Diego ... como que no, que tiene alguna trialera matadora, de las que no me gustan. Esa para "pofesionaleh" (jejeje).
    Quizá nos veamos el día de la bicicleta de Valencia, si no tengo nada mejor que hacer.
    En cualquier caso, me alegro de saber de tí.
    A ver cuándo quedamos para hacer algo de bicicleta, que parece que te gusta.
    Hasta pronto.

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